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Etapa  43

Sant Joan de Mollet-Sant Martí Vell-La Pera-Flaçá-Sant Llorenc de les Arenes
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Riera de Sant Martí Vell

Cuadragésimo tercera etapa.-
En esta etapa recorrimos varios de los pequeños afluentes que vierten sobre el Ter procedentes de la vertiente norte del macizo de Les Gavarres, la mayoría de los cuales llevan muy poca agua o están secos la mayor parte del año.
Recorrimos esta etapa el día 27/01/2022.
Salimos de Sant Joan de Mollet por la riera de l’Horta a partir de la carretera C-66.
Hay un camino paralelo que permite el paso pero no se puede seguir por la propia orilla hasta llegar  al cruce  bajo la vía del ferrocarril a unos 200 metros del principio, después se baja por la misma riera hasta llegar a la carretera C-255, desde donde hay una panorámica con la iglesia de fondo. Giramos a la derecha para después tomar la primera calle a la izquierda que va a salir a un camino entre campos de cultivo que en general va algo alejado del cauce y que no sería difícil abrir una vereda junto al mismo.
Tras los primeros 2 kilómetros de recorrido se llega a la orilla del Ter. A unos 100 metros aguas arriba llegamos a la desembocadura de la riera de Sant Martí Vell. Continuamos remontando la riera a través de una dehesa por donde se pasa con facilidad aunque no hay un camino definido. Pronto encontramos un camino que se separa unos  200 metros de la riera y que  girando a la derecha tras otros 300 metros  volvemos a llegar a ella. Allí, en un vado cerca de Can Malhivern vemos salir el agua por un canal que vierte sobre la riera y desde ese punto hacia arriba ya no lleva agua. En el kilómetro 4,3 de la etapa pasamos por un árbol monumental catalogado, se trata de un fresno grande llamado Freixe del Pla de Mollet.
Poco mas adelante entramos en el cauce seco de la riera de Sant Martí Vell que se puede transitar cruzamos la carretera C-66 bajo un puente en el pk 25 de la misma y a continuación por otro puente bajo la vía del ferrocarril. Luego vimos un gran tubo de hormigón de unos 2 metros que al parecer se utiliza para desviar  el agua en caso de riada salvando un vado del camino de Can Bonic. Nos metimos por esa tubería y avanzamos mas de 50 metros para tratar de encontrar la salida, pero no seguimos mas adelante porque no llevábamos iluminación adecuada. Retrocediendo nos volvimos a salir del tubo y continuamos por el cauce seco de la riera. Fuimos a salir a la carretera GIV-6701 pasado el pk 1,2. Seguimos por el arcén de la carretera poco mas de un kilómetro hasta que pasado el cruce de  salida de Sant Martí Vell entramos por él retrocediendo un poco. A unos 50 metros del cruce vimos un camino a la izquierda con la indicación “ El Puig”, que es el deberíamos haber tomado según el plan previsto, pero seguimos adelante para visitar el  casco antiguo de la población hasta la iglesia, tomando varias fotos.
Seguimos en dirección sur por un sendero de bosque junto a un arroyo seco que cruzamos y fuimos a salir a un camino cerca de Can Selvatá. Continuamos por ese camino hasta que después de avanzar unos 2 kilómetros nos encontramos con un grán portón de madera que lo cerraba en dirección a Can Climent y Can Boada que nos habría permitido avanzar Hacia Madremanya, no se había respetado ni siquiera un pequeño paso para viandantes. Nos vimos obligados a retroceder unos 200 metros hasta tomar otro camino que iba a Can Xana pero a 150 metros nos encontramos con una verja que impedía el paso también por allí. (Los caminos que pasan por Can Xana, según el plano nos habrían permitido aproximarnos a la riera de Vilers, todos estos caminos son privados o privatizados y no sabemos hasta qué punto es esto legal).
Seguimos retrocediendo hasta intentar el paso por otro acceso a Can Xana pero también lo encontramos cerrado con otra verja, así que la única opción que quedaba era retroceder de nuevo hasta Sant Martí Vell y desde allí tomar el camino que discurre paralelo a la riera de Vilers.
Cuando llevábamos 12,2 kilómetros de caminata encontramos el camino correcto que deberíamos haber tomado en El Puig, así que ya nos encontrábamos en el punto que hubiera sido el kilómetro 7,7 real del recorrido de la etapa. Haciendo cálculos, estuvimos dando vueltas 4,5 kilómetros que recomendamos evitar a los que sigan nuestro track, si no quieren ser testigos de como se van anulando los antiguos caminos que no sabemos desde hace cuantos siglos se habían venido utilizando.
Seguimos por este camino que está asfaltado hasta la entrada de Can Xana y que después sigue un sendero que acaba en un campo de cultivo frente a la riera de Vilers. Cruzando el campo y rodeando el Mas Sant Pol, pudimos por fin tomar el camino que nos llevaría a la carretera GIV-6701. Cruzamos esta carretera cuando ya habíamos caminado aproximadamente 14 kilómetros y entramos en la macrogranja Can Jepetó con la intención de cruzar hacia Pedrinyá, pero nos volvimos a encontrar con un “culo de saco” que nos obligó a hacer un  bucle de aproximadamente otro kilómetro que puede y debe evitarse.
A 400 metros de allí por la carretera en dirección de vuelta a Sant Martí Vell tomamos un camino asfaltado hacia el vecindario de La Vilosa.
Cuando llevábamos caminados 15 kilómetros nos paramos a comer un bocadillo junto a un arroyo seco y después continuamos visitando el bonito rincón de la Font Vilosa.
Siguiendo por este camino ya sin asfaltar llegamos a la bonita ermita de Sant Andreu de Pedrinyá después de haber caminado 18,3 kilómetros. Desde allí caminamos por camino asfaltado poco menos de 2 kilómetros hasta el pueblo de La Pera que atravesamos por su casco histórico.
A la salida de La Pera encontramos la riera de Púbol que después toma el nombre de Riera de Rifoś y siguiendo por un camino paralelo a cierta distancia de la misma que a nuestro parecer valdría la pena disponer de una vereda junto al cauce.
En el kilómetro 22,4 de nuestra marcha, llegamos a la riera, donde había una pequeña represa con un salto de agua junto a la grán mansión de Can Baix, abandonada y en proceso de ruina. 800 metros mas adelante cruzamos la carretera C-66 y nos adentramos en la población de Flaçá que atravesamos siguiendo la riera. Cruzando por un puente bajo el ferrocarril, no es difícil seguir junto a la riera, a pesar de que este paso está bastante abandonado.
Nos volvimos a separar definitivamente de la riera una vez  pasadas unas casas de detrás del cementerio. Seguimos un camino paralelo a la vía del tren y en el kilómetro 25,7 de nuestra etapa cruzamos por un túnel bajo ella. Desde allí seguimos por la carretera GIV-6424 paralela al río Ter.
Hay una grán masía por la que detrás asoma una torre redonda almenada, Can Vinyals.
Seguimos otro par de kilómetros y por fin llegamos a Sant Llorenc de Les Arenes dando por finalizada la etapa tras haber caminado 26,8 kilómetros que se reducirían a 21 descontando las pérdidas por San Martí Vell.

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