Etapa 30
Trigésima etapa.-
Esta etapa que tenía por objeto seguir la riera de Rupit hasta la presa de Susqueda, la hemos recorrido el día 30/10/2021.
Se presentaba como una aventura, debido a lo escarpado del terreno y a la falta de senderos bien definidos, pero la realidad ha superado todas las previsiones.
En primer lugar, el pronóstico del tiempo anunciaba lluvia débil hasta las 12 de la mañana y acertó de lleno.
Salimos del Pont de la Lluca y al no haber ningún sendero junto a la riera en dirección a la Sala, tuvimos que ir un tramo por la carretera hasta que a un kilómetro aproximadamente encontramos un camino de acceso a la Sala, luego vimos marcas de un sendero que aunque con algunas dudas nos llevó de nuevo a la carretera y unos metros mas adelante llegamos a un puente que cruzando la riera daba acceso a un molino y desde allí ya era un paseo hasta llegar a la población de Rupit.
Pasamos junto al puente colgante y sin cruzarlo seguimos por el sendero mas próximo a la riera hasta llegar al cruce de la ermita de Santa Magdalena.
Nos desviamos unos 100 metros del sendero de bajada para acceder a la ermita y desde allí observar la bellísima panorámica sobre el pueblo de Rupit. Poco mas abajo llegamos al Molí del Rodó y a la Font de la Pomareda, bajo la cual fotografiamos un bonito salto de agua.
Cuando llevábamos 5,6 kilómetros de marcha llegamos al Salt de Sallent que aparecía envuelto en brumas ascendentes desde el valle.
Pasado el salto hay un impresionante sendero escarpado que desciende para salvar el tajo.
En el kilómetro 7 de marcha llegamos a la Donada, una masía deshabitada que en su mayor parte se está arruinando. Allí nos paramos a desayunar refugiados de la lluvia en un establo.
Después del desayuno re-emprendimos la marcha cuando la llovizna empezaba amainar.
No podíamos consultar el mapa a causa de la lluvia y desde allí solo nos guiábamos por nuestra intuición.
Según el plan previsto, teníamos que cruzar la riera para por el lado opuesto acceder a Padernerés y desde allí al Collet de Malafranda. En el plano que utilicé aparecen multitud de senderos que en la realidad todos están abandonados y se pierden ente el bosque. Una vez de vuelta en casa hemos podido comprobar en el plano que de haber seguido el camino en la Donada en dirección opuesta a la que fuimos, habríamos llegado fácilmente al Collet de Malafranda y esta es la ruta que tenemos que recomendar a los que quieran hacer esta etapa sin complicaciones.
Al seguir el camino en dirección errónea, nuestra única obsesión era encontrar un sendero que nos permitiera bajar a la riera y cruzarla para seguir por el lado opuesto, pero en todo el tramo no existe ni uno solo.
Hasta en 4 ocasiones intentamos desviarnos a la derecha por lo que parecían ser veredas pero que enseguida se perdían en el bosque.
En el kilómetro 9,5 de marcha nos adentramos por una vereda que parecía llevar la dirección correcta, pero como siempre llegamos a un punto en el que no había salida e hicimos un way-point marcándolo como error. No obstante, visto el track se puede observar que provistos de las herramientas adecuadas se podría abrir un sendero hasta la dirección que habría que seguir.
Por fin, en el kilómetro 11,5 de marcha vimos un camino que bajaba hacia la riera y lo seguimos, pero como siempre se acababa antes de llegar al cauce. Pensamos que lo mejor sería seguir aguas abajo por los rastros que dejaban los animales salvajes. Este tramo, realmente encantador por la grán cantidad de saltos y pozas en la riera de l’Om.
Cuando llevábamos un trecho bajando a trancas y barrancas junto al cauce, encontramos una manguera extendida que recogía agua. Al ver esta manguera, enseguida pensamos que nuestra aventura estaba a punto de finalizar, pues sin duda, siguiéndola nos llevaría a un lugar habitado, pero esta aventura no hacía mas que empezar.
Siguiendo esta larguísima manguera en muchos lugares no era posible continuar por la grán cantidad de saltos que había que salvar. Decidimos trepar por la ladera del lado izquierdo para ver si encontrábamos una vereda transitable.
Poco más abajo vimos unos plásticos de recogida de aguas en un pequeño torrente seco donde acababa la manguera extendida por el río. Cruzamos al otro lado de este pequeño torrente y unos metros mas abajo, descubrimos un campamento que por su aspecto se trataba de un lugar de cultivo de droga. No había nadie allí, probablemente por el tiempo lluvioso. Intentamos encontrar un sendero de salida de ese recóndito lugar y al ver que no se veía ningún camino claro, nos convencimos que debía ser una plantación ilegal.
Con evidente dificultad sorteando obstáculos y las piedras resbaladizas del cauce llegamos al lugar donde se juntan las aguas de las rieras de Rupit y la de l’Om. Justo antes de llegar a ese punto dí un resbalón que me golpeó el hombro derecho y ya con el dolor que iba aumentando cada vez más, descartamos seguir bajando por el río debido al riesgo cierto de seguir resbalando. Así que buscando por el lado derecho encontramos una vereda angosta que subía y la seguimos para encontrar un camino mas transitable. Unos dos kilómetros y medio de penosa subida a causa del dolor por esta vereda, por fin llegamos a el Puig, donde encontramos el camino que deberíamos haber seguido desde La Donada.
Desde allí, ya llevábamos recorridos 16 kilómetros y nos faltaba algo mas de nueve kilómetros y medio que hubieran sido un agradable paseo casi todo en bajada, pero que a mí se me hicieron interminables porque cada salto me repercutía en el hombro dislocado.
Ya casi de noche llegamos al final de esta aventura después de haber corrido 25,7 kilómetros.
Cuando llegué a casa tuve que ir a urgencias donde me confirmaron que se me había salido un hueso de su sitio, me lo recolocaron y ahora tendré que estar tres semanas con el brazo en cabestrillo.
Recomendaciones para los que quieran seguir esta etapa: Primera, desde la Donada seguir el camino a la derecha, con lo cual el trayecto se puede calificar de moderado de unos 20 kilómetros y paisajes impresionantes. Segunda, para los que tengan espíritu aventurero proveerse de las herramientas necesarias para abrir camino entre la maleza, siguiendo a partir del punto que calificamos como error. Tercera para los que se atrevan a seguir el track en su totalidad, es mejor llevar herramientas y una brigada de exploradores.